Consiste en describir de manera amplia la situación objeto
de estudio, ubicándola en un contexto que permita comprender su origen y
relaciones.
Durante la redacción, es conveniente que los juicios emitidos sean
avalados con datos o cifras provenientes de estudios anteriores.
Al plantear el problema, se recomienda dar respuesta a las siguientes interrogantes:
¿Cuáles son los elementos del problema: datos, situaciones y conceptos relacionados con el mismo?
¿Cuáles son los hechos anteriores que guardan relación con el problema?
¿Cuál es la situación actual?
¿Cuál es la relevancia del problema?
Conscientes de la dificultad que representa la identificación de un
problema de investigación, se ofrecen algunas fuentes que pueden dar
origen a interrogantes científicas:
a) Observación de problemas de tipo práctico en cualquier ámbito: laboral, estudiantil, comunitario, etc.
c) Consulta a expertos en el área.
d) Líneas de investigación establecidas por instituciones.
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