Revelan estudios el fracaso de las escuelas charter

By Tesistas y MÁS - julio 21, 2011

Por Aurora Rivera Arguinzoni / arivera@elnuevodia.com

Los temores que por años han expresado diversos sectores educativos en Puerto Rico con relación al establecimiento de las escuelas ‘charter’ parecen estar sustentados por literatura científica.
El financiamiento -con dinero del gobierno- a escuelas que operan con enfoques, métodos, ambientes y estructuras autónomas, conocidas como ‘escuelas charter’, no ha demostrado ser efectiva en Estados Unidos, país que comenzó con ellas en la década de 1990. Así lo reflejó un análisis realizado por El Nuevo Día sobre al menos ocho estudios realizados o financiados por entidades como el Departamento de Educación de Estados Unidos (USDE), la Universidad de Stanford y la Universidad de Washington.




En el 1994 el Congreso de Estados Unidos creó el Programa de Escuelas Públicas Charter (PCSP, por sus siglas en inglés) como parte de la reautorización de la Ley federal de Educación Elemental y Secundaria (ESEA). Luego, la ley federal de educación elemental y secundaria No Child Left Behind Act de 2001 incluyó el modelo entre sus opciones para reorganizar escuelas que por varios años hayan fracasado en alcanzar las metas de progreso académico esperado en sus estudiantes.

En el 2009 ya había unas 5,000 ‘charter’ sirviendo a más de 1.5 millones de estudiantes en 40 estados y en el distrito de Columbia, cifra equivalente a aproximadamente el 3% de todos los estudiantes en el sistema público de enseñanza. De igual manera, unos 365,000 niños estaban en listas de espera para entrar a alguna de ellas.

Según el estudio “The Evaluation of Charter School Impacts: The Final Report”, publicado por el Instituto de Ciencias de la Educación (IES, por sus siglas en inglés) del Departamento de Educación de Estados Unidos (USDE), el año fiscal 2010 las asignaciones de fondos federales para el programa de escuelas ‘charter’ fue de $256 millones, lo que representó un nuevo aumento en las asignaciones que desde el 1994 han ido escalando, con un leve declive registrado entre el 2004 al 2008.

En el 2000 la asignación fue de menos de $150 millones, de acuerdo con el citado reporte.
El exsecretario de Educación, César Rey, considera peligroso que los recursos del Estado se dividan para financiar proyectos fuera del sistema de educación público.

A su juicio, hacer algo así en Puerto Rico pondría en grave riesgo una de las cualidades más valiosas del sistema educativo que es su carácter democrático y de inclusión, por tratarse de un sistema completamente gratuito y no sectario.

Entre los hallazgos más comunes de los trabajos revisados, algunos de los cuales son a su vez revisiones de estudios previos, figuran que el progreso académico demostrado por la mayoría de los alumnos es ínfimo o menor que el de escuelas públicas tradicionales, además de que varía entre escuelas.

Lo positivo
Aunque el grado de satisfacción con la escuela reportado por padres y estudiantes suele ser mayor en las ‘charter’, el aprovechamiento no.

“Una fracción aceptable de escuelas ‘charter’, 17%, provee oportunidades educativas superiores a sus estudiantes. Cerca de la mitad de las escuelas ‘charter’ a nivel nacional tienen resultados que no son diferentes a los de las opciones de escuelas públicas de su localidad, y más de un tercio, 37%, obtiene resultados de aprendizaje que son significativamente peores que lo que sus estudiantes hubiesen tenido de haber permanecido en escuelas públicas traducionales”, indica el estudio Multiple Choice: Charter School Performance in 16 States, publicado en 2009 por el Centro para la Investigación sobre Resultados de la Educación, de la Universidad de Stranford.

Reseña que mientras las ‘charter’ han sido más exitosas con estudiantes de comunidades pobres y que aprenden inglés (English Language Lerners o ELL), estudiantes que no provienen de comunidades pobres y que no están aprendiendo inglés ejecutan mucho peor que alumnos en iguales condiciones pero que asisten a escuelas tradicionales del sistema público.

El reporte del IES presenta hallazgos similares. El estudio miró 36 escuelas ‘charter’ de nivel intermedio de 15 estados en las cuales los alumnos son seleccionados mediante loterías, y comparó el aprovechamiento de 2,330 de sus estudiantes con una muestra equivalente de alumnos que solicitaron pero no ganaron la lotería y cursaron estudios en escuelas tradicionales.

“En promedio, escuelas intermedias charter que realizan loterías no son más ni menos exitosas que escuelas públicas tradicionales en mejorar el aprovechamiento académico, comportamiento y progreso escolar”, reveló.

Encontró que en charters que servían a estudiantes con menos ingresos y menor promedio académico lograron más progreso en matemáticas, mientras que las que servían alumnos más aventajados (en los mismos dos renglones) el efecto fue'”significativamente negativo”.

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